MI GRAN HISTORIA
MI VERDADERA VOCACIÓN
Este es uno de los sucesos más importantes que me han pasado.
Llegó un día a mi puerta la propuesta de empleo en los momentos más duros de mi vida, el 30 de abril del año 2017 ese día me hicieron la pregunta que encaminaría mi vida en otro rumbo ¿ quieres trabajar?
yo le dije que si, hay una vacante para agente educativa ¿ te le mides? un poco abrumada pero seguí con mi afirmación sin saber de que se trataba en realidad pero no podía dejar pasar esa propuesta ya estaba montada en mi desafío solo esperaba que me dieran instrucciones de lo que debía hacer, así que me dirigí a la fundación y me explicaron lo que tenía que hacer y allí me di cuenta que mi trabajo consistía en el de ser maestra de niños menores de cinco años, nunca por mi cabeza se me paso estudiar para ser docente, pero muy pronto descubriría algo que estaba escondido en mi ser y no lo sabia mientras llegaba el gran día, la incertidumbre me invadía me esperaban quince niños en edades comprendidas entre dos a cuatro años.
llegó el día esperado un lunes dos de mayo,el día anterior ya había preparado mi clase,bien temprano salí de casa mis nervios habían alcanzado su nivel más alto, pero una fuerza mayor me hacia seguir adelante; llegué a la UCA así se le llama a estos entornos infantiles. Al llegar me recibieron las manipuladoras ellas se encargan de preparar los alimentos que consumen los niños fui la primera en llegar, al pasar los minutos llegaron tres maestras más lo que significaba que eramos cuatro maestras cada una tenía su grupo de niños y su espacio, fui bien recibida por ellas ese gesto para mi fue un gran avance, luego empezaron a llegar los protagonistas de esta anécdota los niños,
me fueron diciendo cuales eran los míos, aunque suena extraño la palabra ¨míos¨ los sentí así, desde ese día se ganaron mi corazón eran mi responsabilidad y los cuide lo mejor posible.
Llegó la hora de la clase, me dirigí a ellos con un poco de nervios se quedaron quietos viendo todo lo que había preparado para ellos fue un momento único el verlos, hablar con ellos dirigir mi clase tenerlos tranquilos en una silla y estar atentos a todo lo que ese día les iba a enseñar. Ese día termino y cuando quedamos las maestras recogiendo, recibí una pregunta que quedaría rondando mi cabeza,
seño ¿usted ya había trabajado con niños? no sabia que responder, pero ante todo la verdad yo respondí -no!, pensé que se venían las criticas hacia mi y con justa razón no tenia ni estudios ni experiencia en atención al menor; pero sus respuestas me sorprendieron.
pero lo hace muy bien para ser su primera vez, me sonroje un poco y les dije gracias.
Ese día de regreso a casa me di cuenta que tenía una vocación que no la sabia, el ser docente desde ese día me dije que quería dejar una semilla en todos los niños que pasarán por mi aula, y decidí estudiar y prepararme para ello.
Aunque solo fue ese año de experiencia que obtuve, me fue suficiente para seguir un sueño que nació hace tres años y que me esfuerzo cada día para ser mejor.
MI VERDADERA VOCACIÓN
Este es uno de los sucesos más importantes que me han pasado.
Llegó un día a mi puerta la propuesta de empleo en los momentos más duros de mi vida, el 30 de abril del año 2017 ese día me hicieron la pregunta que encaminaría mi vida en otro rumbo ¿ quieres trabajar?
yo le dije que si, hay una vacante para agente educativa ¿ te le mides? un poco abrumada pero seguí con mi afirmación sin saber de que se trataba en realidad pero no podía dejar pasar esa propuesta ya estaba montada en mi desafío solo esperaba que me dieran instrucciones de lo que debía hacer, así que me dirigí a la fundación y me explicaron lo que tenía que hacer y allí me di cuenta que mi trabajo consistía en el de ser maestra de niños menores de cinco años, nunca por mi cabeza se me paso estudiar para ser docente, pero muy pronto descubriría algo que estaba escondido en mi ser y no lo sabia mientras llegaba el gran día, la incertidumbre me invadía me esperaban quince niños en edades comprendidas entre dos a cuatro años.
llegó el día esperado un lunes dos de mayo,el día anterior ya había preparado mi clase,bien temprano salí de casa mis nervios habían alcanzado su nivel más alto, pero una fuerza mayor me hacia seguir adelante; llegué a la UCA así se le llama a estos entornos infantiles. Al llegar me recibieron las manipuladoras ellas se encargan de preparar los alimentos que consumen los niños fui la primera en llegar, al pasar los minutos llegaron tres maestras más lo que significaba que eramos cuatro maestras cada una tenía su grupo de niños y su espacio, fui bien recibida por ellas ese gesto para mi fue un gran avance, luego empezaron a llegar los protagonistas de esta anécdota los niños,
me fueron diciendo cuales eran los míos, aunque suena extraño la palabra ¨míos¨ los sentí así, desde ese día se ganaron mi corazón eran mi responsabilidad y los cuide lo mejor posible.
Llegó la hora de la clase, me dirigí a ellos con un poco de nervios se quedaron quietos viendo todo lo que había preparado para ellos fue un momento único el verlos, hablar con ellos dirigir mi clase tenerlos tranquilos en una silla y estar atentos a todo lo que ese día les iba a enseñar. Ese día termino y cuando quedamos las maestras recogiendo, recibí una pregunta que quedaría rondando mi cabeza,
seño ¿usted ya había trabajado con niños? no sabia que responder, pero ante todo la verdad yo respondí -no!, pensé que se venían las criticas hacia mi y con justa razón no tenia ni estudios ni experiencia en atención al menor; pero sus respuestas me sorprendieron.
pero lo hace muy bien para ser su primera vez, me sonroje un poco y les dije gracias.
Ese día de regreso a casa me di cuenta que tenía una vocación que no la sabia, el ser docente desde ese día me dije que quería dejar una semilla en todos los niños que pasarán por mi aula, y decidí estudiar y prepararme para ello.
Aunque solo fue ese año de experiencia que obtuve, me fue suficiente para seguir un sueño que nació hace tres años y que me esfuerzo cada día para ser mejor.
